La inteligencia artificial avanza en el campo de la salud: de la eficiencia tecnológica al impacto clínico real

La inteligencia artificial se está consolidando como uno de los principales catalizadores de transformación en los sistemas de salud a nivel global. En la práctica, su aporte va mucho más allá de la simple automatización de procesos: hoy empieza a medirse por su capacidad para mejorar diagnósticos, ampliar coberturas y respaldar la toma de decisiones clínicas en escenarios cada vez más complejos y demandantes.

En línea con esta evolución, un estudio global de KPMG (que recoge la visión de más de 2.000 ejecutivos del sector salud en 26 países) muestra que siete de cada diez líderes tecnológicos ya identifican retornos tangibles derivados de sus inversiones en inteligencia artificial. Esta dinámica no es ajena a la región. Por el contrario, en América Latina el mercado de IA aplicada a la salud proyecta un crecimiento cercano al 38% entre 2019 y 2027, impulsado por la necesidad de ganar eficiencia, mejorar el acceso y elevar la calidad de la atención.

Este contexto de maduración tecnológica y creciente adopción ha abierto, además, espacio para que soluciones desarrolladas localmente comiencen a ganar visibilidad internacional. Un ejemplo reciente es Salva Health, startup colombiana seleccionada como ganadora nacional del Global Tech Innovator (GTI) 2025, iniciativa impulsada por KPMG para identificar emprendimientos tecnológicos con alto potencial de impacto y escalabilidad.

La compañía desarrolló Julieta, un dispositivo que integra inteligencia artificial para la detección temprana del cáncer de mama a través de un proceso rápido, indoloro y libre de radiación. Justamente, uno de los diferenciales de la solución es que está diseñada para operar en entornos con acceso limitado a personal médico especializado, ya que puede ser utilizada por personal capacitado no clínico y entrega resultados preliminares en cuestión de minutos.

A nivel técnico, el sistema combina múltiples señales biomédicas y datos clínicos para generar métricas de riesgo personalizadas, lo que permite priorizar casos, ampliar el alcance de los programas de tamizaje y optimizar la asignación de recursos médicos. Este enfoque cobra especial relevancia en contextos donde la detección temprana continúa siendo uno de los principales retos de salud pública.

“Estos casos evidencian que el verdadero valor de la inteligencia artificial en salud no reside únicamente en la eficiencia operativa, sino en su impacto clínico y social. La adopción de estas tecnologías debe ir acompañada de marcos sólidos de gobernanza, ética y confiabilidad, que aseguren que la innovación tecnológica se traduzca en mejores resultados para los pacientes y en sistemas de salud más sostenibles”, señala Ana María Mayorga, vocera de KPMG en Colombia.

Como parte de este reconocimiento, Salva Health representó a Colombia en la final global del Global Tech Innovator durante el Web Summit Lisboa 2025, donde emprendimientos de más de 20 países participaron en una agenda internacional liderada por KPMG Global. En ese espacio, la startup logró establecer contactos estratégicos con inversionistas y aliados, abriendo oportunidades concretas para su expansión hacia otros mercados.

Todo esto ocurre, además, en un momento en el que Colombia avanza en paralelo en el fortalecimiento de su marco institucional y de su ecosistema de innovación. El país se ubica entre los líderes regionales en gobernanza de inteligencia artificial, según el Índice Latinoamericano de Inteligencia Artificial (ILIA 2025), y ya registra experiencias concretas de adopción, como el uso de IA para monitorear indicadores de salud en hospitales públicos a través de programas del Ministerio TIC.