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Crónica de un amor efímero

Bajé una aplicación de citas y no morí en el intento. ¿Cómo lo logré? Aquí le cuento
Miércoles, Mayo 24, 2023

Sin penas ni rodeos, me gustó la fiesta de Inner Circle. 

No tengo pena en decirlo, ¿Por qué debería? ¿Acaso es pecado conocer personas interesantes? ¿Salir de fiesta con personas semejantes y disfrutar de varias actividades bajo la luz de la luna? 

Por supuesto que no, vivimos en una sociedad moderna que privilegia las decisiones y el bienestar personal. Afuera quedó la famosa ‘morronguería’ para dar paso a espacios cómodos y seguros donde cada persona -hombre, mujer o integrante de la comunidad LGTBIQ+-  pueda vivir una noche increíble. 

Hoy les contaré la experiencia que tuve en una fiesta privada que organizó la aplicación, sí, la misma que ha cautivado miles de corazones en el Viejo Continente y en el país del ‘sueño americano’. 

Tenía mis dudas al comienzo, como todo, pero a medida que transcurrió el evento y, por supuesto, la noche, comencé a entender la singularidad de esta app. Entendí qué la hace única y distinguible frente a las otras ofertas del mercado.

Comprendí que conocer a una persona virtual es interesante, pero si puedo complementar esa experiencia con otras actividades donde se llevan a cabo juegos, espacios para tomarnos unos tragos o bailar hasta el amanecer…mucho mejor. 

9:00 p.m. - 10:00 p.m. 

Llegar a los encuentros nunca es fácil, siempre hay mucha presión. No solo mía, propia, sino también social. Soy el tipo de persona que, aunque está habituado a conocer personas en diversos ambientes, nunca había asistido a una fiesta para ligar. 

O, bueno, a conocer a otras personas sin compromiso de lo que pueda pasar: tener una amistad, tener un amorío o un encuentro más privado. ¿Quién sabe? Al fin y al cabo, lo peor que uno puede hacer es tener expectativas demasiado elevadas de las cosas. Entrar a la defensiva y llegar a los lugares comunes que a uno le impiden salir de la zona de confort. 

Por eso, me dije, esta noche será diferente. 

Aliste mi aplicación, le dije a mi ‘arrocito en bajo’ que me acompañara a esta fiesta de Inner Circle y que nos conocieramos presencialmente. El resto es historia.  

10:00 p.m. - 11:00 p.m. 

Salí de mi casa a las 9:40 p.m. y llegué al lugar de encuentro a las 10:00 p.m., un letrero de luces blancas y amarillas me avisaban que había llegado al bar África; situado en pleno corazón rumbero de la capital, en la carrera 12 con 84. 

Hice la fila sin problema y cuando me dieron la manilla de ingreso, me comentaron que tenía dos cervezas gratis para consumir en la noche. Me dije, ‘¡Qué buen comienzo!’ y comencé a subir las escaleras desde el primer piso hasta el quinto, donde se encuentra el evento principal. 

Mientras subía los escalones, uno a uno, saqué mi vapeador y me comencé a preguntar sobre el sentido del amor en la vida. ¿Qué tan importante es para el día a día? ¿Cómo han cambiado las formas de relacionamiento en la era de la tecnología? ¿Qué tipo de historias (de amor) me han construido? ¿Estaré idealizando la idea de conocer a alguién?  Se me pasó el tiempo y en menos de lo esperado había llegado a mi destino. No obstante, tuve una cosa clara: no iba a hablar de filosofía en mi primer encuentro. 


 

11:00 p.m. - 1:00 a.m.  

Pasé la puerta de ingreso, me encontré con los organizadores del evento y con la chica que había conocido por la aplicación. Se llama ‘Sofía’, una bogotana promedio, unos 165 metros de altura, con un hermoso pelo negro, una sonrisa alegre y unos ojos que transmitían vida.  

La saludé con un poco de pena y, enseguida, nos reímos. Era la primera vez que vivíamos una experiencia diferente que nos permite romper estigmas. Claro, la mayoría de aplicaciones dejan a elección el encuentro entre los usuarios, pero con el paso del tiempo van perdiendo vigencia: no hay emoción o confianza para hacer planes. 

Este caso era diferente, Inner Circle se esmeró en que nos sintiéramos cómodos. Nos tomamos las dos cervezas en el bar y nos desplazamos hacía una ruleta que habilitó la aplicación para ganar premios gratis. Por fortuna, nos ganamos un brunch pago para compartir más experiencias juntos. Era raro, nunca habíamos vivido este ambiente. Pero, fue agradable. 

Acompañamos la noche con cócteles y disfrutamos de la música del bar con otras personas que estaban en nuestro mismo plan.

 Al final, no puedo decir que conocía al amor de mi vida porque no creo en ello. Pero sí que pasé una noche inolvidable junto a Sofía. Me di cuenta que a veces pensamos más de lo debido y que esas construcciones amorosas se van dejando a un lado, mientras nos embarcamos en una nueva aventura. 

Gracias a la aplicación y a su oferta de espacios, digitales y físicos, puedo afirmar que son diferenciales que le permiten destacarse con respecto a otras en el mercado. Seguramente, un valor diferencial que está tomando fuerza en el continente americano y europeo. 

¿Imagínense un ecosistema para ligar, tanto físico como digital, que sea seguro, cómodo y con cientos de planes para hacer en pareja? Diré que pude vivir, a flor de piel, la magia que transmite el amor efímero. 

Sebastián.