Más del 57% de los pacientes en UCI sufren hipotermia: especialistas explican la importancia del calentamiento corporal
La hipotermia en pacientes de cuidado intensivo (UCI) es una complicación clínica frecuente y silenciosa que puede poner en riesgo la recuperación de los pacientes más vulnerables. Según un estudio publicado en el Journal of Intensive Care por Abelha et al. (2005), el 57,8 % de los pacientes ingresados en una UCI quirúrgica presentaban hipotermia central al momento de su admisión (PMC, National Library of Medicine).
La hipotermia ocurre cuando la temperatura corporal central desciende por debajo de 36 °C, lo cual desencadena una serie de efectos adversos:
- Alteraciones cardiovasculares, como arritmias y cambios en la presión arterial.
- Aumento del riesgo de infecciones, debido a que la baja temperatura afecta la respuesta inmunológica.
- Problemas de coagulación, que incrementan la probabilidad de sangrado durante o después de los procedimientos médicos.
- Retraso en la cicatrización de heridas y prolongación de la estancia hospitalaria.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Sociedad Europea de Anestesiología (ESAIC), mantener la normotérmia —es decir, una temperatura entre 36 y 37 °C— es una medida esencial en el manejo de pacientes críticos, ya que contribuye directamente a mejorar la seguridad del paciente y a reducir la tasa de complicaciones.
El rol de las tecnologías en el calentamiento corporal
Para mitigar estos riesgos, los hospitales han comenzado a incorporar sistemas de calentamiento corporal activos, incluyendo mantas térmicas o líquidos tibios. Estos dispositivos incluyen equipos que:
- Regulan la temperatura corporal en tiempo real,
- Permiten un calentamiento progresivo y seguro,
- Y reducen la variabilidad térmica durante cirugías y cuidados intensivos.
“En nuestras investigaciones y experiencia clínica, hemos observado que la implementación de sistemas de calentamiento corporal permite estabilizar al paciente, reducir significativamente la incidencia de hipotermia y minimizar las complicaciones postoperatorias, especialmente en pacientes de alto riesgo. Nuestro compromiso es apoyar a los profesionales de la salud con soluciones seguras y basadas en evidencia científica”, señaló Dante Miguel Burgos, Especialista Clínico de Solventum Colombia.
Un llamado a la acción en el sector salud
Desde Solventum coinciden en que la hipotermia en pacientes críticos no debe ser considerada una complicación menor. Su presencia puede desencadenar efectos adversos significativos, tanto clínicos como económicos, que impactan directamente la recuperación del paciente y la eficiencia de los servicios hospitalarios.
Entre estos efectos se incluyen la prolongación de la estancia hospitalaria, el aumento en el uso de medicamentos, tratamientos adicionales, y la elevación del riesgo de complicaciones postoperatorias, lo que a su vez puede retrasar la recuperación y disminuir la calidad de vida del paciente.
Por esta razón, los especialistas en salud destacan la importancia de incorporar la prevención y control de la hipotermia como parte de los protocolos estándar en unidades de cuidado intensivo y quirófanos. Esto implica un monitoreo constante de la temperatura corporal y la adopción de medidas activas de calentamiento, para asegurar que los pacientes mantengan la normotermia desde su ingreso y durante todo el proceso clínico.
